Mi propia lotería.

Creo que siempre he querido esto, no el hecho de sentirme tan mal por alguien sino el hecho de contar las cosas con la verdad por delante y hasta que el corazón respire. Siempre se me quedan palabras en la boca, bueno y en el corazón y en la mente. Nunca dichas, solo mencionadas.
Siento que me falta tiempo para decirte todo lo que siento, tiempo para que mi corazón este en paz. Y probablemente me falte.
A veces me siento tan fuerte que creo que soy capaz de superar demasiadas cosas, cosas que después me hunden y me dejan hecha pedazos como siempre o como nunca.
Estoy cansada de esperarte, de esperar a que llames a mi puerta con bombones y corazones poniéndome el mundo a los pies.
Serán quizás mis novelas románticas las que me han idealizado un amor casi imposible.
Quiero que me quieran, que me respeten, ser familiar, ser feliz.
No se si algún día podré llegar a enamorarme de alguien que no me haga daño, enamorarme de alguien que pueda corresponderme.
Siento el peso de los días en mi espalda y el daño que produce el desamor, es una gran carga difícil de sostener, y es que aun que el amor siempre haya estado en mis planes cada vez le veo más lejos, sin hueco, sin sitio para estacionarse en mi vida.
Es como si la etapa de mi vida en la cual debería disfrutar de los amores, las tontunas, la primera vez, el primer beso...
Es como si todo eso se fuera esfumando poco a poco, sin permiso. Y cuando las cosas se van no regresan. El plan de mi vida era completamente diferente al que he llevado.
Noto que mi vida se escapa entre mis dedos sin que pueda hacer nada, sin poder atraparla y controlarla.
La libertad es el mayor regalo del mundo, pero de que sirve la libertad cuando las cosas que te toca vivir no están en tu vida. Solo se necesita un golpe de gracia para ser feliz, algo que te haga caminar hacia delante sonriente y sin medir el tiempo que pasa. No quiero recordar estos años de mi vida como los peores años... de todos en los que el tiempo pasaba y yo solo me quedaba mirando.
Añoro el tiempo de aventuras en el cual solo se guardaban anécdotas para el futuro, anécdotas que serían contadas hoy. No se si algún día alguien se enamorara de mi, solo espero que todo el mundo quiera de la misma forma que lo hago yo.