Así es como el león se enamoro de la oveja.
¿Sabes? Cuando pienso en ti me acuerdo de la primera vez que te vi, fuiste como un rayo de luz que entro en mi corazón y lo prendió. Un rayo de luz en medio de una tormenta que parecía que no acabaría nunca, pero hay estabas tu, ese rayo de esperanza que me prometía ver el sol cuando las nubes se fueran. Realmente pensé que serias el príncipe borraria de mi cielo las nubes grises, que quitara de mi vida el tormento y la tristeza para poder dejar entrar sonrisas infinitas. Pero cuando tu te fuiste, sin un adiós... Mi corazón seguía ardiendo, ardiendo por esa promesa olvidada... Y con el tiempo me convencí de que no volverías y mi corazón se convirtió en cenizas. Y ahora ya no espero verte, ni quererte, ni ilusionarme de promesas olvidadas en el recuerdo por que ya no hay corazón que sienta, tu te encargaste de hacerlo polvo.
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