Whatsapp.

Sí, es cierto. El whastapp hace muchísimo daño, rompe relaciones y destruye amistades, pero porque no miramos también el lado bueno.

Mucha gente se conoce a través de whastapp y no digo un: Hola, ¿que tal?

Realmente empiezas a conocer a la persona cuando tu habito diario es hablar con ella, cuando la única manera de estar con él es estar pegada al móvil. Es en ese momento cuando empieza a vibrar, el móvil. Te tiras a él, o te vuelves histérica porque no sabes donde lo has dejado. Ahí, te das cuenta de que ya no puedes alejarte de él. 

El whatsapp hace la rutina, crea hogar, nos hace comprender cada cosa de la otra persona y sobre todo hace que las palabras cobren peso, algo que parecía ya pasado de moda.