¿Que ha sido de nosotras?

¿Dónde nos quedamos? Que fue de nosotras?
Ya no me encuentro, vuelvo a no saber quien soy. Y ahora, tampoco se quién eres tu.
No se que fue de nosotras, me quedé en aquel instante en el que nos entendíamos con mirarnos, en ese momento en el que cada una hablábamos sin tapujos de nuestra vida y ahora resulta que estamos ahogándonos en secretos.

Pensando que nuestra amistad duraría toda la vida porque al fin había encontrado a alguien que me entendía y aconsejaba. Algo parecido a encontrar el amor, supongo. Ya que me quede igual de ciega.
Tan ciega que no me daba cuenta de las subidas de tono en su voz cada vez que algo insignificante le parecía mal. Tan ciega que no sentía la culpabilidad que depositaba en mi cada vez que tenía oportunidad.
Tan ciega que no sabia que me puse a su disposición en cualquier momento y situación sin darme cuenta de que por no perderla me estaba perdiendo a mi.
Pero se me callo la venda en el momento en el que deje de ser digna de cometer errores, como cualquier otro humano. Me convertí en la esclava sentimental que no podía tener ningún tipo de error o equivocación, porque no se me está permitido.

En este camino de espinas he perdido el respeto, la dignidad y hasta la estabilidad. Me he perdido a mi misma y ahora no se como encontrarme y tampoco se como encontrarte a ti. No se como volver a aquel punto en el que nos reíamos del aire que rozaba nuestras caras.
No se en que momento me perdí, cual fue el instante en el que mi brújula se rompió y dejo de marcarme el norte.

Pero lo importante ahora, es reparar mi brújula, encontrar mi norte, fortalecer todos esos agujeros que he encontrado en mi. Necesito trabajar en mí, ser egoísta y dejar de preocuparme en los demás para evitarme a mi.
Necesito repetirme como un mantra: Quiérete, se fuerte y no tengas miedo todo se solucionará.