Deseo de cosas imposibles.

Deseo poder gritar como si nadie me escuchara, deseo poder correr como si la carretera nunca terminara, deseo poder vivir como si no existiera el dolor.
Deseo, deseo, deseo de cosas imposibles. El mundo no es una máquina de cumplir deseos. Debes y tienes que ser realista, afrontar las cosas tal y como vienen sin acobardarte, dando la cara en todo momento.
Pero no todos tenemos el don de ser valientes, de espantar los miedos y dejarlos de lado. Hay veces que son los miedos los que te apresan, los que te encierran en una jaula de angustia y terror de la cual no sabes como salir. Durante un tiempo intentas buscar desesperadamente la salida y plantarle cara a lo que venga para que nunca jamás acabes en el interior de esa horrible jaula. Pero cuando te empiezas a dar cuenta de que todos tus esfuerzos son en vano, la siguiente fase es esperar a que algo o alguien llegue para rescatarte. Y es que simplemente los cuentos de hadas de disney han echo mucho daño, porque llega una época en nuestra vida en la cual nos creemos que esas maravillosas historias pueden tener cabida en el mundo real, cosa que lamentablemente es falsa.
Después de la fase de disney en la que te crees que cualquier cosa es posible, llega la fase de rendición en la que te das cuenta de que pase lo que pase nunca saldrás de esa jaula, nunca podrás plantar cara a la vida o a la muerte y sientes como si en ese instante estuvieras a merced de cualquier cosa, cualquier persona y tu darás igual serás un alma herrante más que no importará.